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Green Day, el segundo advenimiento

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La vuelta del mítico grupo de los noventa con un álbum notable como Saviors es la punta de lanza del regreso del punk pop a escala global. Por Xavi Sancho De izquierda a derecha, el batería Tré Cool, el cantante y guitarrista Billie Joe Armstrong y el bajista Mike Dirnt, miembros de Green Day, en una imagen promocional. Emmie America (Warner Music) El pop se ha convertido en algo que se rige mayormente por sensaciones, como el tenis. Si crees que lo vas a lograr y si haces creer -o tu sello y tu campaña de marketing logran hacer creer- que lo vas a lograr, seguramente lo logres. El talento, la técnica y la inspiración son secundarios de la capacidad para fabricar un escenario favorable. Durante las semanas previas al lanzamiento de Saviors , el disco número 14 de Green Day, la maquinaria alrededor de uno de los más longevos y exitosos combos de punk pop estadounidenses ha lanzado mensajes anunciando una vuelta al espíritu punk de sus primeros años al inicio de la década de los noventa

Kim Gordon, nihilismo de ciencia ficción

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Por Laura Fernández Existe una novela sin la que el nuevo disco de Kim Gordon (Rochester, Nueva York, 70 años) no sería el mismo. El nuevo disco de Kim Gordon, la reina del no wave, la histórica cofundadora del buque insignia del noise, Sonic Youth -junto a su ex, Thurston Moore-, es su segundo álbum en solitario. Su título es The  Collective (Matador/PopStock!). "El título es algo que saqué de esa novela", dice Gordon. El libro es lo nuevo de Jennifer Egan, La casa de caramelo . Una de las poderosas, y oscuras -profundísimas, distorsionantes- canciones del disco se llama así. "No sé, creo que l álbum tiene un rollo de ciencia ficción por esa novela. Aunque no es el único libro que me ha inspirado cosas esta vez. Hay otra, y es una que hacía mucho que quería leer y que por fin leí: El amante , de Marguerite Duras", confiesa. Kim Gordon, excomponente de Sonic Youth. Danielle Neu Es una mañana cualquiera de un día de febrero en Los Ángeles. Gordon está en su casa, re

El disco maldito de R.E.M

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R.E.M. Up (25th Anniversary Edition) Craft/Concord/Music As Usual Cuántos discos de éxito mayúsculo envejecen mal y cuántos fracasos estrépitos acaban siendo considerados joyas incomprendidas en su tiempo. Up , el 11º disco de estudio de R.E.M., es de los segundos. En 1998 alienó a los fans del grupo, desconcertados al no encontrar en él los hits cristalinos de antaño, y tal vez dejó a la banda a la deriva, abocada a la disolución futura. Cuando se cumplen 25 años de su publicación, este álbum maldito aparece en edición deluxe , remasterizada y ampliada con un segundo disco inédito que incluye el concierto que el grupo grabó en 1999 para la serie Party of Five -algo no tan inhabitual por aquel tiempo, cuando The Flaming Lips tocaban en el Peach Pit de Sensación de vivir -, lo que nos ofrece una segunda oportunidad para apreciar sus virtudes. Up fue un reflejo de la crisis existencial de R.E.M. Tras la sucesión de triunfos planetarios de Out of Time y Automatic for the People , segu

De la tradición oral a la música barroca

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Retrato promocional del cantaor Sebastián Cruz.  GERÓNIMO NAVARRETE FERMÍN LOBATÓN 23 DIC 2023 El Cante está ya hecho”. La sentencia, muy recurrente, podría suponer una firme llamada al respeto de la ortodoxia o un directo rechazo a su contraria o a posibles innovaciones. Pero, paradójicamente, el gran edificio del cante flamenco no se entendería sin las aportaciones de muchos creadores y creadoras que se sintieron libres para dejar en la rica tradición oral sus melodías e inflexiones personales, que quedarían fijadas para siempre y se siguen interpretando con sus nombres. Todo ello, teniendo en cuenta que el canon ha permanecido prácticamente inalterado para las estructuras rítmicas y armónicas de la casi totalidad de los estilos flamencos. Con la misma libertad de aquellos legendarios, los nuevos creadores hacen su propia lectura de ese canon e incorporan sus propias innovaciones. Entre ellas, la forma de presentar el propio cante. El clásico acompañamiento con guitarra, un binomio b

Novela musical de amor a la guitarra

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Una tienda de guitarras en Las Vegas (Nevada, Estados Unidos). PAUL BRIDEN (ALAMY / CORDON PRESS) La historia  de Juan Carlos Caja, sobre un frustrado guitarrista aficionado, es un muestrario vital en el que cualquiera que haya intentado tocar un instrumento podrá reconocerse. Por Fernando Navarro De un tiempo a esta parte, la industria editorial española sobre libros de música popular es abundante. Hasta cierto punto, incluso se podría decir que excesiva. Biografías, memorias, ensayos, manuales, guías, novelas gráficas o conversaciones con músicos han proliferado en la última década en un panorama que quizá intenta encontrar a un lector que ya no tiene tanta necesidad de comprar discos ante la consolidación del streaming y puede destinar sus esfuerzos a hacerse con literatura musical. Sin embargo, entre tanta abundancia, es dificil encontrar apuestas por la novela musical, si es que se la puede llamar así. Sin entenderse como un género en sí mismo, sería una narrativa española ubicad

De la tradición a la renovación por la palabra

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 Por Fermín Lobaton No es un fenómeno nuevo. Junto a la rica tradición oral, que ha sido dominante, la lírica del flameco se ha nutrido también de las aportaciones de artistas que fueron grandes creadores de letras para el cante. No son pocos los cantaores y cantaoras contemporáneos que componen e interpretan sus propios versos. Valga como ejemplo Israel Fernández, que lo hace de una manera curiosamente conceptual, con grabaciones que tiene unidad temática. Una legítima forma de renovar y refrescar la tradición y ganar nuevos y jóvenes públicos para un cante que, en directo, goza de un gran momento de atención. La edición de disco es, nunca mejor dicho, otro cantar. En un panorama donde la autoedición es predominante, sorprende el caso de otro cantaor, Sebastian Cruz que ha publicado en una prestigiosa firma alemana. La guitarra de concierto no deja de dar muestras de creatividad, aunque de una forma casi marginal. Con un grupo afianzado de guitarristas que sigue aportando grabaciones

Llevar el soul escrito en el alma

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El cantante Roebuck Pops Staples, de The Staple Singers, en una fiesta de Stax en Memphis en 1969. DON PAULSEN (MICHAEL OCHS ARCHIVES / GETTY IMAGES) Por Fernando Neira Hay trabajos hermosos y los hay esforzados. El de Cheryl Pawelski aúna los dos requisitos. Esta experimentada y prestigiosa productora discográfica, cofundadora del sello Omnivore (un término que la define como pocos) y con altas responsabilidades durante años en Rhino, Concord o EMI-Capitol, descubrió hacia el año 2010 un gigantesco e ignoto archivo documental con las grabaciones originales que los compositores de Stax —con seguridad la factoría de música negra, junto a Motown, más importante de la historia— realizaban de sus canciones para mostrárselas a las grandes estrellas de la compañía y que estas las interiorizasen, se las aprendieran y procedieran a inmortalizarlas en las grabaciones definitivas. El hallazgo se antojaba valiosísimo, pero casi inabordable por sus dimensiones ciclópeas: las estanterías albergaban

Lo que haya, lo que quepa, lo que se venda

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 por Diego A. Manrique Una paradoja. En tiempos catastróficos para la música en soportes físicos, las compañías vuelven a mostrar sus habilidades para hacer discos atractivos. Ha encogido la red de tiendas, que no han gozado de una protección especial por parte de la gran industria. Huecos que antes eran explotados por disqueras especializadas. Las pequeñas tienen problemas hasta para abastecerse: las multinacionales, que prescindieron de sus fábricas de vinilo, y ahora copan la producción. pero mejor olvidad tales disputas para acercarnos a la lógica de las actuales reediciones. Por ejemplo, la debilidad por las fechas redondas: los 25, 40 o 50 años de la publicación de una obra o la defunción del creador. Así que se agradecen los lanzamientos que prescinden de la fatalidad cronológica, como las maquetas de Stax o la colección de no-éxitos de Nancy Sinatra. Respecto al contenido, las tres reglas: lo que haya, lo que quepa, lo que acepte el mercado. La versión Super Deluxe de Diamonds

Y el mejor álbum del año... es de 2022

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 Por Xavi Sancho Para muchos medios internacionales, el mejor disco de 2023 es uno que salió en diciembre de 2022. Desde la edición estadounidense de la revista Rolling Stone nombró el London Calling de TheClash como mejor álbum de los años ochenta no se veía tamaña trampa al solitario. La excusa fue que el álbum se había editado en Reino Unido el 14 de diciembre de 1979, pero en EEUU no vio la luz hasta enero de 1980. Y no existía Amazon. En el caso de este año, el SOS de SZA se editó el 9 de diciembre de 2022 en todo el mundo, el mundo en el que hay Spotify y Amazon y, para desgracia de muchos de ellos, 2023 no trajo nada mejor. Más allá del debate sobre si es lícito o no adaptar el calendario a las necesidades editoriales, lo cierto es que este ha sido un año bien flojo, tanto que sus mejores discos no solo pertenecen a diciembre de 2022 -como la rapera Little Simz, que también podría encabezar lo mejor del año-, sino que también al arranque de 2023. Muchos creen que el siglo XX ac

Charles Mingus: 100 años del gran volcán del jazz

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Compositor inmenso, el músico celebraría este año un siglo de su nacimiento. Una caja de sus grabaciones de los setenta y la reedición de sus memorias conmemoran el aniversario FERNANDO NAVARRO 08 DIC 2023 Charles Mingus (1922-1979) toca el contrabajo en un concierto en Michigan, en 1977. STEVE KAGAN (THE CHRONICLE COLLE El grandioso espectáculo de un volcán de emociones. Escuchar la música de Charles Mingus, uno de los mejores músicos de jazz de todos los tiempos, es como contemplar un volcán en todas sus posibilidades. A veces, ese grandullón de mirada profunda, rostro pétreo y pelos asilvestrados, con el puro en la boca echando humo, transmite una calma magnética, propia de esconder misterios indescifrables. Otras, esa montaña, bajo una tensión impresionante, se muestra a punto de estallar. Y, otras tantas, el fenómeno de la naturaleza revienta sin compasión, en un jolgorio de lava, gases y cenizas, toda una erupción musical al alcance de muy pocos. De una forma u otra, el impetuoso

Pop para reír, bailar, llorar y pensar

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 Por Rafa Cervera En algún momento de la década de los setenta se convino que, en el campo de la música popular, el rock sería sinónimo de música transcendental, de discos y canciones importantes, relegando así el concepto de pop a la categoría de música bobalicona de usar y tirar. Nadie pareció recordar que los propios Beatles  habían abierto la gran confluencia entre la melodía del pop y la fuerza del rock. Después llegaron los años ochenta y alguien decidió que la música hecha con sintetizadores jamás merecería el mismo respeto que el rock hecho con guitarra, bajo y batería. Nadie se paró a pensar en el sabor a futuro que tenían las canciones de Kraftwerk y las robóticas producciones de Giorgio Moroder. Fue justo en ese momento, cuando los dúos compuestos por un vocalista y un teclista empezaban a estar mal vistos, que Neil Tennant y Chris Lowe crearon Pet Shop Boys. Triunfaron de inmediato con "West End Girls" y por ello fueron contemplados con escepticismo; posiblemente

La diva prudente

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 Por Diego A. Manrique Con su cuarto álbum Adele saca partido a su divorcio y a su nueva vida en Los Ángeles, llevando al límite una esforzada naturalidad. Dos argumentos principales esgrime Adele Adkins (Londres, 1988) para defender su cuarto álbum frente a los automatismos de la crítica: primero, que no es su "disco estadounidense", aunque lleve varios años residiendo en Los Ángeles; segundo, que tampoco se trata de un típico "disco de divorcio", a pesar de haber pasado recientemente por ese trance. Entre paréntesis, se comprende lo del traslado. Basta con mirar por la ventana para que cualquier británico entienda que sus estrellas prefieran instalarse en California. Lo que molesta particularmente en el viejo reino es que esa mudanza vaya respaldada por una americanización de su arte, en concesión al principal mercado mundial. Se conoce en la industria discográfica británica como "hacer un Rod Stewart", en referencia a su adiós-muy-buenas que supuso su