Mala Rodríguez Lujo ibérico




SUPEREGO/UNIVERSAL 2000 Sin ser el disco más ortodoxo del aún joven hip-hop español, ni el que mejor suena, el de la andaluza es ya un clásico. A un género marcado por el mimetismo, ella aportó aquí lo más difícil: personalidad. Sorprendió por su verbo directo y afilado, por su estilo aflamencado y arrabalero, herencia de sus años en La Macarena, un barrio sevillano “con putas, yonquis y mucho arte”. Pocos temas del hip-hop patrio han roto las barreras y han entrado en el mercado amplio. Ella lo hizo aquí con unos cuantos: Tengo un trato, Yo marco el minuto, Tambalea, La cocinera. Sería igualmente fresco e innovador aunque apareciera hoy. Por eso se sigue vendiendo tres años después de su salida. Bruno Galindo

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