jueves, 28 de julio de 2011

The Beatles “Revolver”




1966 Parlophone

En “Rubber Soul” (1965), The Beatles anticiparon el concepto de álbum como unidad de creación artística, expandiendo su música y empezando a usar el estudio como un instrumento más (¡ inspirando el “Pet Sounds” de The Beache Boys¡). Tres meses de vacaciones subsiguientes (los primeros desde la beatlemanía) sirvieron para reafirmas era iniciada vocación experimentadora. Cansados de repetir una fórmula, querían ir mucho más allá, tanto como sus superdotadas consciencias artísticas (aún más expandidas por algunas drogas) les permitieran imaginar. Cuando el 6 de abril de 1966 entraron en el estudio, The Beatles tenían una idea muy clara: cada instrumento debía sonar de manera diferente a lo habitual. Los técnicos de sonido de Abbey Road (Geoff Emerick al frente) tenían la misión de saltarse los métodos tradicionales. Así, una canción comenzaba con drones de sitar buscando la sensación de un mantra en efectos improvisados de voz y batería. El día siguiente insertaron loops caseros (Paul McCartney escuchaba a Stockhausen). Luego llegó una frase de Ringo para titularla: “Tomorrow never knows”. A partir de ahí, el sonido del resto del álbum (que empezó llamandose “Abracadabra”) sería igual de mágico, sin perder el prodigioso don melódico de la casa. Incluso el artístico collage de la portada de Klaus Voorman es poco convencional.

Revolver”, publicado el 5 de agosta de 1966, propaga una revolución en muchos sentidos. Musicalmente, pone fin a las limitaciones de un cuarteto y a la posiblidad de reproducirse en directo. Rompiendo la cima de su creatividad, Lennon y McCartney se diferencian claramente. Con la ayuda de George Martin, McCartney madura como un excelente compositor que transciende el pop en el dulce susurro de “Here, There and Everywhere”, la orquestal “Eleanor Rigby” y “For no one”, una balada con piano y clavicordio a ritmo de vals y un solo de trompa que ni cosido por Schubert. Además, anticipa el interés por el carnaval popular y las bandas de feria –que luego sería pilar de “Sgt. Pepper´s Lonely Heart Club Band” (1967) – en “Good day sunshine” y “Yellow submarine”, una rima melódica universal infalible que muestra la cara más lúdica de la psicoldelia con multitud de ruidos y efectos sonoros. Por su parte, John Lennon inventa un futuro para el pop-rock: una melodía adhesiva cantada con armonía de voz a tres partes, punteada por un caleidoscopio de guitarras entrelazadas con el contrapunto de una prominente melodía de bajo (con esa doble compresión que da vértigo) sobre el colchón de una batería chispeante (genial el papel de Ringo). La formula de la psicodelia pop quedaba así escrita en “And your bird can sing” (yambién en “Rain”, que pertenece a las mismas sesiones pero salió en un single previo junto a “Paperback writer”). “She said She said”, además, saluda a The Byrds estampando los cimientos de la psicodelia el raga indio de las armonías espirales que cosen a las guitarras, a la vez que muestra el lado oscuro de la psicodelia: la paranoia (está inspirada en una mala experiencia lisérgica de John, precisamente con David Crosby y Peter Fonda).

Bajo en sonido detallista siempre sorprendente, la variedad de aromas en “Revolver” es constante. Paul visita el soul de la Motown (en “Got to get you into my life” recurre a los vientos de la banda de Georgie Fame), John se asoma al music-hall en “I´m Orly sleeping” (donde guitarras invertidas acompañan una melodía de arco iris) y George Harrison pasa de la musica negra (su fuzz a contratiempo sobre los chispazos del bajo de Paul en “Taxman” son puro funk) a la tradicional india (“Love to you” está interpretada por sitar y tabla). El propio Harrison supera su aportación habitual con tres canciones.

Por otro lado, las letras se extienden más allá de los simples temas de amors. En “Tomorrow never knows” (“Desconecta tu mente, relájate y flota a favor de la corriente…”) John se inspira en sus experiencias con LSD guiado por el libro “The Psychedelic Experience” de Timothy Leary y Richard Alpert (basado en el libro tibetano de los muertos). Paul también relata su iniciación en “Got to get you into my life” (“Estaba solo, hice un viaje/ no sabía que encontraría allí…”), mientras Geroge proclama su amor místico de su obsesión india en “Love you to”. El tema “psicodélico” surge en casi todas las canciones. Desde su privilegiada posición, The Beatles miraban curiosos a su alrededor, absorbían la agitación de las vanguardias socioculturales y la amplificaban a todo el mundo.

The Beatles no inventaron la psicodelia (ni siquiera musicalmente: los temas “Shape of things” de The Yardbirds y “Eight miles high” de The Birds estaban en la calle), pero desde su enorme inspiración cristalizaron su sonido y articularon su mensaje inyectándolo en la conciencia social. Mientras The Beatles definían la cultura pop, “Revolver” destruyó para siempre las barreras de aquello que hasta entonces se conocía como música pop. A partir del 5 de agosta de 1966, nada sería igual en el siglo XX.

Guillermo Z. del Águila

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