domingo, 23 de octubre de 2011

OTIS REDING "OTIS BLUE" 1965 Volt





Otis Redding (1941-1967) oyó aullar a Little Richard y se sintió llamado a dedicarse él también al rock'n'roll. Pero su camino sería muy distinto. El 10 de diciembre de 1967 Otis Redding murió en un accidente de aviación de camino a un concierto. Sólo tenía 26 años, pero se había convertido en el mayor artista del soul sureño y en una de las voces más emotivas que ha dado la música negra. Dejó tras de sí media docena de álbumes, además de uno a dúo con Carla Thomas y de los directos y trabajos inacabados que se fueron publicando tras su muerte.
"Otis Blue" es su cumbre artística y comercial. Pero aún podría haber llegado más lejos: poco antes de morir había vuelto loco al público de Londres y París, acababa de conquistar al del rock en el festival de Monterey y había grabado la que hoy es su canción más popular. "(Sittin' On) The Dock Of The Bay", y una de las que mejor define su forma de ser: él era un hombre de baladas. El enorme Otis --parecía medir más de tres metros", dijo una vez Bob Weir, de The Grateful Dead, recordando su actuación en Monterey— se conmovía con las delicadas canciones de Sam Cooke más que con nada en el mundo.
Con sus rudimentarios conocimientos de guitarra y piano, su gramática precaria y sus humildes modales, Otis Redding salió de su pueblo en Georgia para probar suerte en el subsello Volt de la discográfica Stax de Memphis. En la entonces pequeña compañía encontró a los jóvenes MG's, con su teclista
Booker T. Jones al frente, el todavía desconocido Isaac Hayes al teclado y una sección de vientos que haría historia, The Mar-Keys. Codo a codo con Otis Redding, que aportaba sus ideas de forma intuitiva pero entusiasta, Booker T. & The MG's supieron traducir su empuje en un estilo, el sonido Stax, que arrasaría años más tarde. Sencillos pero efectivos fondos de teclados, una rítmica arrolladora, una guitarra que llenaba los huecos con inteligencia y una sección de vientos compacta que apostillaba cada uno de los lamentos y de los gritos del cantante; Otis Redding nunca quiso coros de voces, ni cuerdas ni ninguno de los adornos pop que se utilizaban en Motown. Así, el sonido de Stax, mucho más básico y humilde que el de la competencia, debido en gran parte a la falta de medios, tocó techo con "Otis Blue".
La cara de una modelo blanca en la portada, una elección aconsejada básicamente por criterios económicos y políticos, da la bienvenida a una de las cimas expresivas de la música negra, más allá del momento, del lugar e incluso del idioma en que fue concebida: la capacidad de comunicación de Otis Redding era tal que no hace falta entender sus palabras para compartirlas.
A pesar de ello, en "Otis Blue" hay buenas muestras de su talento como letrista, especialmente en "Respect", una canción sobre un hombre que le pide a su mujer un poco de respeto tras la dura jornada de trabajo y que la gran Aretha Franklin versionó en clave política poco después. "Ole Man Trouble"y la popular balada "l'ye Been Loving You Too Long" completan la ración de temas escritos por Redding.
El resto de "Otis Blue" son éxitos del soul del momento —destacan tres sentidas versiones de
Sam Cooke, muerto durante la grabación del disco—, algún blues y un infeccioso "Satisfaction". Redding tenía tal facilidad para hacer suyas las canciones ajenas que en Estados Unidos muchos le tomaron por el auténtico autor de la canción de The Rolling Stones.
"Otis Blue" es una montarla rusa de altos y bajos emocionales perfectamente equilibrada, un espectáculo que combina lo mejor de las dos caras de Redding: el soulman de la voz de trueno sin rival en los tiempos rápidos y, por encima de todo, el hombre sencillo que se deshace en murmullos febriles en los últimos versos de cada balada, el gran hombre que se emocionaba con las canciones de amor.
ROGER ROCA

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