domingo, 7 de abril de 2013

Amurallado entre 100.000 discos

El periodista musical Jesús Ordovás confiesa su adicción irrenunciable al pop español y publica Los discos esenciales




"Todo lo guardo y lo meto en cajas: casetes, revistas, fotos. No me atrevo a deshacerme de nada de eso", cuenta Jesús Ordovás. Foto: Samuel Sánchez



JESÚS ORDOVÁS no ha tirado más que un solo disco en toda su vida. "Lo lancé por la ventana de un coche en marcha. Fue más un acto poético que de desprecio al disco o algo por el estilo", dice. Esto no sería relevante si esta memoria viva del pop español no hubiera recibido por correo miles de maquetas y música editada en todos los formatos a lo largo de los 25 años que dirigió y presentó el programa de radio Diario Pop (Radio 3). E incluso mucho antes, si nos remontamos a sus inicios en la prensa musical de 1972, cuando colaboraba desde Londres con Diario Exprés. "Tengo un síndrome un poco warholiano. Todo lo guardo y lo meto en cajas: casetes, revistas, fotos. No me atrevo a deshacerme de nada de eso". Como podría imaginarse, su piso en el centro de Madrid está atiborrado de estanterías y armarios llenos de discos y otros materiales suficientes como para reconstruir completa la historia de la música pop desde los años sesenta hasta la fecha. Todo bastante ordenado. Autor de varios libros sobre temas musicales, ha publicado ahora Los discos esenciales del pop español (Lünwerg), un centenar de reseñas y una selección cuidadosamente elaborada a partir de su propia colección. "Es muy complicado elegir cien discos entre cien mil", comenta, "pero he optado por los que marcaron un cambio significativo tras su aparición, como Los Brincos, Paco de Lucía, Camarón o Kiko Veneno. Cada uno de los discos abre un camino. No los he elegido porque me gustaran o no, me he basado en encuestas de varios medios para decidir".
Ordovás tiene un auténtico rincón para trabajar, entre un antiguo flipper y una rochóla, junto a una ventana en pleno barrio Centro. Guarda a sus espaldas una figura publicitaria de cartón recortado de los años sesenta cuya modelo fue la entonces desconocida y joven actriz Joan Collins. Ordovás fue una de las figuras principales de la llamada movida madrileña. Él era uno de los que supo reconocer la fuerza y el talento de unos jóvenes a contracorriente que experimentaban con todo. "Hay gente que idealiza la época de la movida, pero había muy pocos locales y malas condiciones para actuar. Hoy en Madrid puedes encontrar cualquier día como veinte actuaciones, muchas de grupos españoles", explica. Diario Pop salió de antena en 2007 con la jubilación de Ordovás, pero él es incapaz de dejar o cambiar esa forma de vida. Sigue atendiendo a los nuevos músicos, asiste a conciertos, ejerce de dj y mantiene activo su MySpace con las últimas novedades. "No hay manera de desengancharse de esto", admite. "Me parece que nunca voy a jubilarme de la música". Fietta Jarque •

EL PAÍS BABELIA 31.12.10

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