Heartbreaker LED ZEPPELIN por Nick Hornby

La interpretación tradicional de los jóvenes y su afición por el heavy (o el -nu, o el rap) metal incluye las guitarras como sustitutos del pene, el homoerotismo, y toda suerte de cosas que son signo de perversidad, confusión sexual y neurosis enfermizas y sin tratamiento. Es verdad que pasé un breve período de enamoramiento (no correspondido) del guitarrista irlandés de blues-rock Rory Gallagher; y es verdad que durante los primeros tres o cuatro años de mi vida de fan del rock sólo quería oír cantantes de los que admitirían encantados que comían roedores y/o reptiles. Y aún así sospecho que hay una explicación musical, más que patológica, para mi adhesión juvenil a Zeppelin y a Sabbath y a Deep Purple , básicamente que era incapaz de fiarme de mi juicio sobre una canción. Como uno de esos adultos pretenciosos pero cortos que no van a ver una película si no tiene subtítulos, no quería oír nada que no estuviera bien envuelto en guitarras eléctricas ruidosas y distorsionadas. ¿Cómo ib...