viernes, 2 de septiembre de 2016

Bert Jansch, la emoción en la austeridad


Una campaña de reediciones reivindica al genio escocés que influyó a Paul Simon, Nick Drake, Donovan o Jimmy Page. El magisterio de este icono de la música pop no decayó hasta su último aliento

IGNACIO JULIÀ
24 AGO 2016 
 EL GUITARRISTA ESCOCÉS BERT JANSCH, EN LONDRES EN 1985.

Neil Young le comparó a un Jimi Hendrix que hubiese elegido la guitarra acústica para hacer avanzar el arte de las seis cuerdas. Sin embargo, lo de Bert Jansch (Glasgow, 1943-Londres, 2011) no fue simple virtuosismo, sino pura encarnación de la búsqueda de emoción en la austeridad. En sus grabaciones no hay florituras innecesarias, sí en cambio la pesadumbre del ensimismado apenas aliviada por breves destellos anímicos. Paul Simon y Nick Drake, Donovan y Jimmy Page serán alumnos aventajados y más aplaudidos, pero el maestro mantendrá su insobornable actitud creativa hasta el final. Una presencia musical ignorada por el gran público, cuyo carisma orgánico y ausencia de vana gestualidad merecen reivindicarse en este presente sometido a una ilusoria virtualidad.

'Nicola' (1967)

Así lo confirma la actual campaña de reediciones —media docena de títulos rescatados entre los sellos Sanctuary y Earth, acudiendo a las cintas originales para preservar sus prístinas cualidades—, iniciada el año pasado con su debut, Bert Jansch (1965). Grabado de modo precario a su llegada a Londres, el álbum estaba llamado a ser un hito en la música británica, que en aquel momento vivía un fructífero reencuentro con un acervo tradicional largamente denostado. En su repertorio, guiños al jazz de Charles Mingus cohabitan con los hallazgos de su contemporáneo Davey Graham, otro fundamental guitarrista, y con las taciturnas observaciones de la vida bohemia en la capital de un exilado escocés. Incluye uno de sus temas más conocidos, ‘Needle of Death’, sombría denuncia de los peligros de la heroína. Pese a su dominio del canon folk, el ocasional romanticismo de Jansch evita lo sentimental con la gravedad del trovador sin ínfulas, sobrio transmisor de relatos y sentimientos.
'Birthday Blues' (1969)

Cuando Bert encuentra a su alma gemela, el también guitarrista John Renbourn, los aficionados califican el emparejamiento de ‘’folk barroco’’ y nacen Pentangle. Antes de que la banda debute en 1968, Jansch topará con las demandas del negocio: su tercer álbum, Nicola, acoge guitarra eléctrica, batería y sección de cuerda en algunos temas. Los puristas se escandalizan, pero se equivocan, pues volver a escucharlo es billete sin escalas a un lugar y una época, 1967, en la que el rock experimenta su definitiva cristalización. Sorprende ese halo de disco maldito, pues muchos de los futuros cantautores folk también se avendrían a esa dulcificación en arreglos y orquestación para atraer al público pop. Jansch suena liberado de esas imposiciones en Birthday Blues (1969), que acoge una docena de temas propios donde regresa a las esencias que le nutrían acompañado por la sección rítmica de Pentangle, el batería Terry Cox y el prodigioso bajista Danny Thompson. El mejunje de folk, jazz y rock de la banda madre adquiere aquí otra coloración por el añadido de instrumentos de viento.


'Avocet', de 1979.

Los años setenta observarán el declive folk, pero elepés como Rosemary Lane (1971) y Moonshine (1973) nos recuerdan que Jansch seguía en forma. El primero le capta volviendo a la campiña, armado únicamente de una acústica, para recobrar la sencillez de sus orígenes; el segundo ofrece un sonido más denso, con Tony Visconti al bajo y la esposa de este, Mary, cantando a dúo con Jansch ‘The First Time I Ever Saw Your Face’, de Ewan MacColl. La revuelta punk relegará definitivamente a las viejas glorias del revival folk al circuito de clubes del que habían surgido. Las nuevas grabaciones de Jansch son retrasadas y, en 1977, acepta registrar en Dinamarca una deliciosa colección titulada Avocet, seis radiantes temas instrumentales inspirados en aves acuáticas de las islas. El efecto es iridiscente como los rayos vespertinos sobre una laguna, los sonidos de una naturaleza hermosa e indescifrable colándose entre acordes y punteos, conjurando una gentil potencia expresiva. Reeditado en formato libro con ilustraciones de los pájaros evocados.


'From the Outside', de 1985.

Hasta la fecha, la restauración del legado de Jansch se completa con dos títulos de 1985: el majestuoso From the Outside, que parece mantenerle anclado en la edad de oro del folk, y Colours Are Fading Fast, grabado junto a la que sería su esposa, Loren Auerbach, ampliado en un triple elepé. Por último, una rareza grabada en vivo, Live at the 12 Bar (1996), verifica que el magisterio de este singular músico no decaería hasta su último aliento.

 Babelia nº 1.291. El Pais. 20 de Agosto de 2016.



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