Retratar el jazz

William Claxton tiene ese aire pícaro y sano de la vieja bohemia californiana. Irradia la satisfacción de alguien que ha vivido haciendo exactamente lo que quería, y que, además, ahora recibe el reconocimiento general. Claxton creó las imágenes icónicas de Chet Baker y Steve McQueen, a los que ha dedicado maravillosos libros. Nunca creyó que hacía arte, pero ha comprobado, maravillado, que su fotoperiodismo se ha revalorizado. Edita tiradas limitadas de algunas de sus fotos, que se venden ahora entre 1.000 y 1.700 dólares por copia, "más de lo que me pagaban originalmente por un reportaje completo o la portada de un elepé". En los anales de la fotografía estadounidense, Claxton es "el fotógrafo del jazz en la Costa Oeste". Un título que le hace reír: "Contado así no tiene mucho mérito. Tuve la fortuna de estar cerca cuando California empezó a ser alguien en el mundillo del jazz, a principios de los cincuenta. No es sólo que comenzaran a visi...