sábado, 30 de julio de 2016

Un accidente en el desbarajuste punk


Una caja que incluye un disco de rarezas devuelve a la actualidad a Ultravox, el grupo que cortó con la complacencia de sus bandas predecesoras

RAFA CERVERA
13 JUL 2016

Imagen promocional del grupo Ultravox en 1979.

Fueron un accidente en medio del desbarajuste punk. Ultravox! (en los primeros años del grupo, su nombre terminaba con un signo de exclamación como guiño a los germanos Neu!) no tenían mucho que ver con coetáneos como Sex Pistols o Buzccocks exceptuando el ansia de cambio. “En 1975 podías sentir la energía que se empezaba a generar en Londres y que apuntaba hacia algo nuevo”, explica por correo electrónico John Foxx. Cuando aún se llamaba Dennis Leigh, dejó sus estudios de arte para dirigir sus pasos hacia el rock, fundando Tiger Lily, que en julio de 1976 pasó a ser Ultravox! “Se estaba gestando una nueva escena underground. Todos estábamos desencantados con la complacencia de las bandas que nos precedían”.



Inmediatamente, Ultravox! marcó diferencias con el punk siguiendo los dictados de art bands como Velvet Underground y unos parámetros que destacan especialmente en los tiempos del Brexit. “Creo que nadie sonaba entonces como lo hacíamos nosotros. Como el cine y la música norteamericanos habían sido algo fantástico, Inglaterra había perdido su conexión con la cultura europea. Quería visualizar cómo habría sido la música inglesa si Estados Unidos jamás hubiese existido”. Usaban cajas de ritmo y sintetizadores Moog cuando lo que imperaba era el sonido furibundo de las guitarras. Fueron contratados por Island Records, compañía para la que grabaron tres álbumes mientras Foxx lideró la banda, material que reaparece ahora en una caja con el añadido de un disco con temas en directo y rarezas. “Nuestro productor al principio fue Steve Lillywhite [que acabaría produciendo a Sioux­sie & The Banshees y los primeros discos de U2]. Pero veía a veces a Brian Eno en las oficinas de la discográfica. Me gustaba su trabajo en solitario y lo que hizo con Roxy Music, y le pedí que trabajara con nosotros en el álbum”.



Ultravox! (1977) avanzaba con su sonido la línea que acabaría desarrollando una banda que se inspiraba en el apocalipsis urbano descrito por J. G. Ballard y William Burroughs. Un rock futurista que acentuó su querencia por los sintetizadores con Ha! Ha! Ha! (1977), publicado cuando el punk ya había mutado en corrientes como la new wave o su secuela más experimental, el pospunk, que tenía en Ultravox! a uno de sus precursores. “La prensa musical no supo ver que en 1978 el punk había terminado y se perdió el nacimiento de una nueva generación de grupos y movimientos que fueron propagándose por toda Inglaterra. La evolución musical estaba siguiendo su ciclo natural. La energía y rabia del punk no se habían diluido, simplemente se estaban transmutando en una forma electrónica mucho más fría”.

Otra de las características que hicieron de esta formación un caso aparte fue un romanticismo que afloraba brevemente a través de baladas mutantes como ‘My Sex’ y la poética ‘Hiroshima Mon Amour’, donde los sintetizadores adquirían cada vez mayor protagonismo. Foxx determinó registrar el que sería su disco final con la banda (firmado con el nombre del grupo ya despojado del signo de exclamación) en Alemania, con Conny Plank, productor de Neu! y Kraftwerk. El resultado de aquellas sesiones fue Systems of Romance (1978), más emparentado con la electrónica que los anteriores. Pero Foxx ya no deseaba seguir perteneciendo al grupo y así lo hizo saber durante una gira por Estados Unidos. “No quería verme sujeto por más tiempo a las obligaciones de estar en una banda. El hecho de haber sido un estudiante de arte me hizo ver que el proyecto que había sido aquel grupo ya era algo tangible. Había llegado el momento de hacer otra cosa”.





Fue una despedida sin acritud. Foxx dejó que sus excompañeros siguieran adelante con el nombre de Ultravox; un año después, ya con Midge Ure como vocalista, alcanzarían un gran éxito comercial con Vienna. Por su parte, Foxx debutaba en solitario con Metamatic, uno de los primeros discos del pop británico grabado con instrumentos electrónicos. “Necesitaba saber qué ocurriría si usaba solo una caja de ritmos y sintetizadores. Hacer lo opuesto a un grupo de rock. Algo desapegado y frío”. En cuestión de meses, una nueva generación de músicos británicos seguía sus pasos, investigando ese “canon europeo” celebrado por Bowie en 1976 en la letra de ‘Station to Station’.


The Island Years. La caja contiene Ultravox!, Ha! Ha! Ha!, Systems of Romance y Rare Retro. Caroline / Music As Usual.


El Pais, Babelia nº1.285, 9 de julio de 2016

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