martes, 3 de julio de 2018

LA LISTA NEGRA

Ni pelos púbicos, ni porros, ni cristos con bigote. Hay ciertas cosas que no pueden aparecer en la portada de un disco. Desde los sesenta hasta hoy, rockeros y diseñadores se han enfrentado a la censura con osadía y ganas de provocar. "Amorica", de los Black Crowes, es la última víctima en un largo índice de elepés con carpetas prohibidas.

Texto: Mikel López Iturriaga Reproducciones: Carlos Yagüe


THE BLACK CROWES
 El último álbum de Black Crowes ha sufrido censura en EE UU, Gran Bretaña y España. La compañía publicitaria del Metro de Madrid lo rechazó por "inadecuado", repudió una versión sin pelos y aceptó una con fondo negro. El grupo actúa en Barcelona (día 13, Polideportivo Vall d'Hebrón) y en Madrid (14, Pabellón del Real Madrid).

GUNS N' ROSES
La corrección política nunca fue lo suyo. La carpeta del álbum de Guns N' Roses Appetite for destruction (1987), con el dibujo de una mujer que acaba de ser violada, era una provocación tanto para los conservadores como para las feministas. Tras múltiples protestas, el sello Geffen tuvo que reeditar el disco con una portada menos salvaje.



THE VELVET UNDERGROUND
Primera muestra de la sutilísima censura franquista. Las bragas de leopardo de la portada del Velvet Underground Uve (1974) podían suscitar turbios deseos en los españoles, así que mejor eliminarlas con un nuevo y revolucionario diseño. No se contentaron con esto: también suprimieron la canción Heroin, hoy un clásico del rock.
VENENO
Tras el sexo y el marxismo, las drogas eran el tercer demonio que acechaba a los jóvenes hispanos, propensos a dejarse influir por las inmorales costumbres extranjeras. Este modo de pensar se mantuvo en los estertores del franquismo, cuando a Kiko Veneno (1977) y compañía se les ocurrió publicar su álbum de debú con un trozo de hachís medio envuelto en papel de plata en la portada. Fue rechazada, claro. La solución final mantuvo el chocolate, pero de forma que sólo lo detectaban los asiduos a esta sustancia.
ROLLING STONES
En 1968, los Rolling quisieron publicar Beggars Banquet (Banquete de mendigos) con un retrete en la carpeta. Su compañía, Decca, impuso un absurdo diseño que imitaba una invitación, y la propuesta del grupo tardó 20 años en editarse. Por su parte, el franquismo convirtió la edición española de Sticky fingers (1971) en una joya de coleccionista. Los fans de este país no pudieron disfrutar del famoso paquete, original de Andy Warhol.



BEATOS
En un país tan católico, apostólico y romano como España, existen motivos que son tabú. El sello independiente Twins se vio obligado a diseñar una portada alternativa del primer mini elepé de Beatos (1988), después de que El Corte Inglés y otros grandes almacenes se negaran a colocar el original en sus estantes por considerarlo una burla de la religión cristiana. En la versión censurada se suprimió la foto de Iñaki Fernández (ex Glutamato Yéyé), manteniendo el rótulo y la corona de espinas. Amén.

THE WHO
Uno de los casos más chapuceros, cutres y bochornosos de la historia de la censura en España (que ya es decir). Al álbum conceptual de los Who Quadrophenia (1973) no sólo le mutilaron la canción Doctor Jimmy por incitar a las drogas. También pintarrajearon una de las fotos interiores del álbum, que retrataba a un mod en una habitación profusamente decorada con imágenes de chicas desnudas. Ni corto ni perezoso, el censor de turnó se dedicó a dibujarles unos ridículos bañadores de rejilla con un lápiz.
 JOHN LENNON Y YOKO ONO
"Si la gente no puede enfrentarse al hecho de que otras personas estén desnudas o fumen hierba o hagan lo que les dé la gana, no llegaremos a ninguna parte", decía Lennon acerca del escándalo organizado con la portada de Two virgins (1968). El disco se vendió cubierto por un envoltorio con unos versículos del Génesis impresos en él.



 ROXY MUSIC
La técnica hace milagros. ¿Que quiere usted cargarse a dos chicas en ropa interior de la portada de un disco? Una buena ampliación, un nuevo encuadre en el que sólo se les vean las caras, recolocamos el título, y a correr. Esto es lo que le sucedió a la edición española de Counlry lije (1974), de los británicos Roxy Music. Una maravilla.

JAMIROQUAI
Terminamos con un caso actual. J. Kay, líder del grupo británico de acidjazz jamiroquai, no tuvo mejor ocurrencia para ilustrar su sencillo Space cowboy (1994) que un porro de marihuana. En la portada aparece la mana sobre un papel de fumar cuya silueta es el logotipo del grupo. En el interior, y por si quedaba alguna duda, el canuto perfectamente acabado. Varias divisiones europeas de su compañía de discos, Sony, tacharon de improcedente esta portada, y editaron el CD single con una carátula diferente.

El Pais de las Tentaciones (10 de febrero de 1995) 




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