Uno de los últimos por ANTONIO MUÑOZ MOLINA

Estar delante del pianista Cecil Taylor era estar viendo y escuchando a todos los maestros muertos a los que él había conocido 14 ABR 2018 Cecil Taylor, durante una actuación en Ámsterdam en 1988. REDFERNS FRANS SCHELLEKENS Un mundo se acaba cuando desaparecen sus últimos testigos. La muerte hace unos días de Cecil Taylor estremece más porque con él se va ya casi del todo un mundo irrepetible de la música del siglo XX, y no solo del jazz. Hay artes fulgurantes que alcanzan su periodo de clasicismo y hasta de ruptura y vanguardia en muy poco tiempo. El cine nació como un entretenimiento de feria a finales de un siglo y apenas 30 años después ya había producido obras maestras. Las primeras películas se conservaron a pesar de la precariedad de su soporte inflamable y de los compuestos químicos del revelado. El primer disco de jazz se grabó en 1917: en su prehistoria, como en la del flamenco, hay una gran oscuridad, porque las músicas populares que no transcribía nadie no pod...