viernes, 8 de mayo de 2020

RITMOS CALIENTES


'Yo soy, del son a la salsa' es un documental de casi dos horas de duración que recorre la música caribeña a través de sus intérpretes y de fascinantes imágenes en blanco y negro.

Después de poner a bailar abundantes festivales de la otra orilla del Atlántico, llega a San Sebastián la primera película que cuenta cómo el son —modesta flor mestiza del oriente cubano, pronto exportada a La Habana— creció y se convirtió en árbol frondoso y plurinacional, al que un listo bautizó como salsa. Árbol raro que contiene frutas variadas: diversas rumbas, el mambo, el cha-cha-cha, la guaracha...

Yo soy, del son a la salsa es un documental dirigido con rigor por Rigoberto López y financiado por Ralph Mercado. El que esté involucrado ese caballero, gran jefe de la Mafia neoyorquino, podría levantar suspicacias respecto a los contenidos, miedo a babosadas de salsa erótica y tal. Pero no ha lugar a protestas. Desde luego, Mercado ha incluido a la plana mayor de su empresa, RMM —de Celia a Tito, así que ni un problema—, y coloca como presentador a su descubrimiento cubano, el vocalista Issac Delgado, que se pasea como un señor por el hotel Nacional habanero, protagonizando una bella secuencia cuando, apoyado en la barra del bar, empieza a cantar con una grabación de Beny Moré.

Historia prodigiosa
De hecho, Yo soy... revela la importancia de la tradición en la música caribeña: una y otra vez, los entrevistados confiesan la relevancia de Miguel Matamoros, Arsenio Rodríguez o Mario Bauza para lo que hoy están haciendo. Las fascinantes imágenes en blanco y negro recuerdan lo mucho que queda por entender de esta prodigiosa historia, tan abundante en sombras y misterios. Obviamente, con un metraje que dura poco más de cien minutos, Yo soy... frustra más que informa al mencionar/obviar fenómenos como el bugalú, el cha-cha-cha, la salsa concienciada, el caso colombiano. Inevitable, igual que la ausencia de la Lupe y tantas otras leyendas. Por el contrario, se tomó la decisión de dar abundante espacio a Celia Cruz, la más ilustre exiliada, lo que provocó gozosos alborotos en los cines cubanos donde se proyectó Yo soy... (¿imaginas una sala de proyección convertida en pista de baile?).

También se debate el famoso asunto de si existe la salsa como algo más que una pegatina para uso de tenderos y otros vendedores. Advierto que Yo soy, del son a la salsa es un documental estrictamente musical, centrado en los músicos, sus deslumbramientos y peripecias. No se habla de cómo el público recibe, usa, siente —¡y baila!— esos ritmos. Naturalmente, una película que contara todo eso tendría un alto contenido erótico, y Cuba —la de fuera y la de dentro— todavía no está preparada para semejantes audacias: recuerda el reciente batacazo —seis meses de suspensión de conciertos, con prohibición de difusión mediática— a La Charanga Habanera por presentar en la televisión cubana lo que cada noche ocurre en los turbulentos conciertos de hipersalsa.

 Diego A. Manrique

Yo soy, del son a la salsa se proyecta los días 22 y 23 de septiembre. Bat editará próximamente la banda sonora. Canal + ha adquirido los derechos para su emisión.



SIETE POR SIETE, AUTOR POR AUTOR
 
El universo personalísimo de siete músicos es visto por siete prestigiosos directores de cine que han realizado otros tantos episodios de media hora de duración para televisión. Autor por autor se llama esta serie que se podrá ver por primera vez en el Festival de Cine de San Sebastián y que aún no ha adquirido ninguna cadena.

HOMBRE CON GUITARRA
Silvio Rodríguez espera tras el telón el comienzo de un nuevo concierto suyo. En el decorado hay varias fotos del cantante cubano en diferentes etapas de su vida. Silvio las mira y fluyen los recuerdos mezclados con canciones. Así le vio Arturo Ripstein en este episodio grabado en Cuba.

HAIKA MUTIL
"Encerrar a Mikel Laboa y lo que significa en una película de media hora es una misión casi imposible". Eso opina de su empeño Imanol Uribe, que ha rodado en Euskadi a este trovador del siglo XX (¿o ha venido directamente del XIII?). Sin embargo, Uribe ha conseguido, intercalando temas de una actuación con comentarios del músico y del escritor Bernardo Atxaga (impagable guionista), un retrato que refleja a la perfección todas las tonalidades y la fuerza de Mikel Laboa.

TROPICAL JAM
Con imágenes en blanco y negro, cuando Michel Camilo ensaya concentrado, y en brillante color, si habla con una sonrisa de sus recuerdos y de la aventura del jazz latino, discurre este episodio rodado en Nueva York (lugar de residencia del artista) y Valencia. Fernando Trueba se ha apasionado con este pianista dominicano artífice de la banda sonora de Two much.

CAMISA BLANCA DE MI ESPERANZA
Si los lugares de rodaje son Asturias y Madrid, ¿quién es el intérprete que ha reflejado Pilar Miró? Con la Puerta de Alcalá a sus espaldas en una de las secuencias, Víctor Manuel habla de lo que esta ciudad donde vive ha significado para él, de su vida, que está ligada a la reciente historia de España.

MMB: QUADERN DE MEMORIA
La voz de María del Mar Bonet llena este episodio que ha realizado Ventura Pons entre Mallorca y Barcelona y que cuenta con una coreografía de Nacho Duato. La cantante pasa las páginas de su cuaderno de acuarelas, dibujos que no son sino los lugares más queridos de su tierra.

EL POETA FOTÓGRAFO
Es el Sabina de siempre, franco, directo, con ese deje cheli, el que pasea por las calles de ese Madrid que le inspira sus canciones de sabor urbano, en este episodio dirigido por José Luis García Sánchez. Tras los pasos de Sabina, la voz de Juan Echanove dando pinceladas del cantante.
 
'AD LIBIDUM'
Pintor y poeta, cantante íntimo, es el reflejo que Jaime Chávarri nos da de Luis Eduardo Aute.
Con la guitarra y su barba de dos días, el intérprete, sereno y maduro, ensaya con su grupo. 

 Marta Nieto      
 
Viernes 19 de septiembre 1997 EL PAÍS DE LAS TENTACIONES


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