lunes, 20 de junio de 2022

Clásica. Britten, Saariaho y, siempre, Bach (2021)

POR LUIS GAGO

Cuando en un teatro de ópera se roza la perfección, existen pocas experiencias comparables. Es lo que sucedió en el Teatro Real el pasado mes de abril, cuando los mismos directores musical y escénico (Ivor Bolton y Deborah Warner) que nos habían dejado noqueados en Billy Budd lograron estremecernos con el suicidio de su hermano mayor, Peter Grimes. Benjamin Britten volvía a hacer historia en Madrid y Warner supo trazar delicados puentes entre la amarga suerte de estos dos hombres perseguidos y condenados a morir en alta mar. Una nueva ópera de Kaija Saariaho, Innocence, estrenada en verano en el Festival d'Aix-en-Pro-vence, metió el dedo en la llaga de los crímenes silenciados, pero cuyas heridas siguen supurando donde menos cabría imaginar. En tiempos adversos, hay que reivindicar con fuerza la ópera como un bien necesario. Casi en el extremo opuesto, con tan solo un piano y un talento que aquella tarde de marzo pareció inconcebible, Daniil Trifonov dio vida a El arte de la fuga en el Auditorio Nacional como tan solo un genio puede hacerlo. Y algo parecido podría afirmarse de Antonio Serrano, que, pertrechado únicamente con su armónica, tocó Bach tanto al pie de la letra como en recreaciones rebosantes de swing a pocos metros de donde lo haría luego el pianista ruso. Convirtió un pequeño y humilde instrumento en un aliado omnipotente. Todo ello en el año en que el mundo recordó, deslumbradora Josquin Desprez.





Josquin Desprez. Baisiez moy. Théléme (Aparte).


Bach. Obras para teclado. Vol. 5. Benjamín Alará (Harmonia Mundi).



The Josquin Songbook. María Cristina Kiehr, Jonatan Alvarado y Ariel Abramovich (Glossa).


 

Bach: The Art of Life. Daniil Trifonov (Deutsche Grammophon).

Schumann: Alie Lieder. Christian Gerhahery Gerold Huber (Sony).



BABELIA  Nº 1.568   EL PAÍS, SÁBADO 11 DE DICIEMBRE DE 2021

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