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¿Como montar un conjunto?

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Marvin Gaye "LETS GET IT ON" 1973 TAMLA

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No había acabado aún la Guerra de Vietnam (no lo haría hasta 1975), pero la necesidad de estima expresada en "What's Going On"(1971) —una brillante exposición de preocupaciones de toda índole, sociales, políticas e incluso de calado espiritual, que acababan resumiéndose en la llamada al amor universal que fue el mensaje de aquel LP— se había transformado en algo más profundo, personal y, hasta cierto punto, egoísta dentro de su universalidad. Marvin Gaye no cantaba aquí a la paz, ni a la congracia de los pueblos ni a la revolución interior colectiva: "Let's Get It On" no es un disco sobre la estima entre hermanos, sino sobre el amor entre personas en el plano íntimo, sobre el sexo entre hombre y mujer. turgente, apasionado y expuesto sin tapujos. Un disco valiente por la franqueza con que hablaba del sexo. Hay que recordar que, si bien es cierto que desde el blues los afroamericanos tradicionalmente se habían sentido menos cohibidos que los blancos a la ...

Bruce Springsteen "Nebraska" 1982 COLUMBIA

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Cuenta la leyenda que tras el derroche rockero de " The River "(1980), Bruce Springsteen empezó a interesarse por Woody Guthrie, Hank Williams y la poesía del pueblo llano. Después de llevar durante dos semanas en el bolsillo la maqueta con las canciones de " Nebraska ", con la intención de ensayarlas con la E Street Band, finalmente decidió regrabarlas con un austero acompañamiento de guitarra acústica y armónica. Toda una sorpresa para su público y para la crítica. Cabe pensar si hasta cogió desprevenido al mismo Springsteen, en un giro insólito que volvió a dar mucho más tarde con " The Ghost Of Tom Joad " (1995); tal vez fuera el tesón con que se ha consagrado a ser más auténtico que nadie y más sencillo que ninguno (un papel tan perfecto que ni impostado) lo que le hizo asumir, por un día, el papel de cronista del lado oscuro de su país. Su capacidad para adoptar la identidad de otros (y reflejarse en ellos) se aprecia también en las letras. En ...

OTIS REDING "OTIS BLUE" 1965 Volt

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Otis Redding (1941-1967) oyó aullar a Little Richard y se sintió llamado a dedicarse él también al rock'n'roll. Pero su camino sería muy distinto. El 10 de diciembre de 1967 Otis Redding murió en un accidente de aviación de camino a un concierto. Sólo tenía 26 años, pero se había convertido en el mayor artista del soul sureño y en una de las voces más emotivas que ha dado la música negra. Dejó tras de sí media docena de álbumes, además de uno a dúo con Carla Thomas y de los directos y trabajos inacabados que se fueron publicando tras su muerte. "Otis Blue" es su cumbre artística y comercial. Pero aún podría haber llegado más lejos: poco antes de morir había vuelto loco al público de Londres y París, acababa de conquistar al del rock en el festival de Monterey y había grabado la que hoy es su canción más popular. "(Sittin' On) The Dock Of The Bay", y una de las que mejor define su forma de ser: él era un hombre de baladas. El enorme Otis --parecía me...

ELVIS PRESLEY "FROM ELVIS IN MEMPHIS" 1969 RCA

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"El sonido de un hombre redescubriendo para qué le pusieron en este mundo". No se puede resumir mejor el significado de este disco que con la frase que culmina el texto escrito por Colin Escott para la remasterización realizada en 2000 de "From Elvis In Memphis". A Elvis Presley le pusieron en el mundo para interpretar canciones. El modelo ya empezaba a cuestionarse, pero todavía eran tiempos en que la distinción entre autor y ejecutante —algo ahora prácticamente reservado al pop de consumo (adolescente)— no suponía ningún descrédito especial en la consideración artística, sino que realzaba la personalidad y la grandeza de los cantantes con composiciones perfiladas en el trabajo diario y filtradas de toda tentación superflua hasta alcanzar la redondez. Tampoco había empacho en recurrir a cuantas versiones apeteciera, no importa su antigüedad o su éxito previo en manos de otros. Ambas cuestiones se fundían en una: la capacidad para apropiarse de las canciones,...

"Hit Parade" por Azagra

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Publicado en El Jueves número 626. Mayo de 1989

Jazz

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Lionel Hampton. "Cookin" (cocinando) se utiliza en la jerga del jazz para expresar que se está haciendo música de verdad, y así se titulan varios discos. Es de imaginar el boogie-woogie de las cacerolas que pudo levantar Hampton junto a su amigo el chef en el festival de Niza. Si la fecha que da su autobiografía es cierta, Hampton ha cumplido 88. Aquí tenía 82, en 1990. De la cacerola nace el swing. Lionel Hampton, el vibrafonista octogenario aún en activo y capaz de marcarse un zapateado sobre el timbal de la batería, departe con el chef en la Gran Parada del Jazz de Niza: el músico entre fogones, cucharas como ma­zas, el menaje hecho xilófono y la asistencia del doble címbalo a la tapa de cacerola. Basta detener la mirada apenas un instante para sentir que esa fotografía está a punto de sonar, que suena, o, cuanto menos, resuena internamente en quien la contempla. Al otro lado de los fogones, el objetivo de un fotógra­fo. La proximidad revela su compromiso con ...

The Kinks "FACE TO FACE" 1966 PYE

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The Kinks fueron la banda más original de cuantas pisaron suelo británico durante la década de los sesenta. Mientras las listas enloquecían a ritmo de rhythm´n'blues, los hermanos Davies supieron asimilar ese nuevo sonido y salpimentarlo con una concepción musical que abrazaba el pop aguerrido, el music hall y el pub-rock primitivo. En este sentido, puede que la acumulación de singles hagan de "The Kinks Kontroversy"(1965) o "Something Else By The Kinks"(1967) obras más populares. Pero si de lo que se trata es de delimitar la más brillante colección de canciones que ha salido de la pluma de Ray Davies, la mirada debe dirigirse hacia "Face To Face", lo más parecido al "Revolver" de los londinenses y el disco con que The Kinks hicieron del pop algo superlativo. Concebido como un álbum conceptual sobre las pérdidas —sobre todo las del amor—, este trabajo de Ray y Dave Davies, Mick Avory y Peter Quaife toma el inquieto teclear de Nicky Hop...

El kulto de los Kinks

Inventores del pop inteligente, precursores del “garage” y del “heavy”, padrinos absolutos del “brit-pop”… Los Kinks han sido una influencia máxima en 30 años de rock. Su cerebro, Ray Davies, nos presenta su nuevo disco en directo. “Yo no soy como los demás”. Ray Davies repite esta frase cuatro veces en cada estribillo de ese himno de rabia adolescente que es I´m not  like everybody else. Su voz se modula desde un tono burlón a un grito desafiante y maldito. Es uno de los momentos más espeluznantes del rock. También es una monumental autodescripción: como dicen los compositores, Ray Davies no es como los demás. Es uno de los artesanos de la canción más cultos que ha trabajado este género, y sus compañeros de profesión se llaman Townsend, Dylan y Lennon/McCartney. Pero a pesar de su labia, Davies no tiene ni un átomo de presunción en el cuerpo. Sus canciones tienden a ser sencillas y directas. Se lanzan de lleno al corazón del tema, o a los huesos, para citar el título del...

Mano Negra Casa Babylon VIRGIN, 1994

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Éste es uno de los primeros discos, en los que , conceptualmente, se utilizan samplers de radio y televisión para dar más fuerza a los mensajes políticos y sociales de carácter internacionalista encerrados en temas como Señor Matanza, Super Chango o La vida. También es el último álbum de Manu junto a Santiago y Tonio, los otros dos componentes de Mano Negra, y el inicio de su transición hacia una carrera en solitario en la que el pequeño guerrero hispano-galo se descubriría como un extraordinario ejecutivo de mercadotecnia con un único producto que vender: él mismo. Casa Babylon es , con el paso de los años, todavía un disco potente y festivo en el que la seudorrevolución se formatea para disfrute en chiringuito playero o casa okupada y se baila a ritmo reggae. Todo muy mestizo, vaya. Fernando Martín

Portishead Dummy GO BEAT/ UNIVERSAL, 1994

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Cuando lo grabaron quizá no imaginaban que irrumpía un estilo que iba a ser copiado y desnatado en un tiempo récord. Era 1994 y Bristol era el lugar porque Tricky, Massive Attack y Portishead estaban allí, y lo que hacían era tan distinto como atractivo. En este caso, además de patentar un sonido electrónico pero pausado, estaban las canciones, humanas, dolientes. Eran producto de la química entre la voz emocional de Beth Gibbons superpuesta a los impecables fondos de las máquinas de Gaoff Barrow. Los ambientes del jazz y el soul, y el eco de las más intrigantes bandas sonoras son reinventados. Y la guitarra de Adrian Utley añade pequeños escalofríos. Dummy contagia pasión. También posee el don de ser innovador, tanto que se burla del paso del tiempo. Y de los imitadores. Rafa Cervera

The Jon Spencer blues explosion Orange CRYPT, 1994

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Tras Pussy Galore no es de extrañar que Jon Spencer decidiera crear un nuevo coctel sonoro que aglutinara elementos de garage, punk, funk y soul. Aunque la coartada de los neoyorquinos era revitalizar el sonido del delta del Missisipi, exorcizarlo con dos guitarras distorsionadas, una batería y la carismática voz de su indiscutible líder. Orange fue la sublimación de su estilo, obra de un inspirado estado de gracia. En definitiva: un clásico de los noventa. El cuarto trabajo de la banda en un álbum arriesgado que arranca majestuoso, conjurando guitarrazos con una inquietante sección de cuerda y que, a lo largo de tres cuartos de hora, mantiene esa tensión con poderosos himnos en los que se repetía el grito “The blues is number one!”. Tremendo. J.F. León

PJ Harvey To bring you my love Island, 1995

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Tercer Disco de PJ Harvey (o cuarto, todo depende de que se cuente como tal el 4-Track demos) y, sin lugar a dudas, el mejor trabajo de 1995 que ha ido ganado enteros con el paso del tiempo y que casi se oye ahora mejor que en su momento. La británica retoma su temática femenina/feminista llevándola hasta sus propios límites. Esa voz, que te susurra al oído y te trepana hasta las neuronas más escondidas, consigue aquí una bomba de profundidad tan lúcida y honesta como pasional y, por momentos, siniestra y salvaje. Diez joyas absolutamente perturbadoras. Temas como Meet ze monsta o C´mon Billy merecerían entrar en todas las antologías de finales del siglo XX. Miquel Jurado

Björk Post ONE LITTLE INDIAN, 1995

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El periodista catalán Jordi Bianciotto definía el segundo disco en solitario de Björk como “un supermercado del pop contemporáneo”, y la frase, de casi 10 años, sigue vigente. El talento de esta islandesa supo encajar en su Post los materiales que han venido a dar forma al pop de final de siglo, avanzando el que probablemente se seguirá consumiendo en la nueva centuria. Baladas de celofán, cabaré jazzy, electronica rítmica y concisa, pop para sueños rosados, tecno perturbador y latidos tropicales se funden en temas como Army of me, It´s oh so quiet, Possibly maybe o Enjoy, todos ellos presididos por la sensibilidad de Hyper-ballad. Post fue otro paso de esos caminos que aún hoy están siendo explorados. El supermercado continúa abierto. Luis Hidalgo

Oasis (What´s the story) Morning Glory? CREATION/SONY, 1995

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Nirvana inventó el concepto Indie masivo y con su grunge se llevó por delante el poco glamour y frivolidad ochentena que dejaron en pie Guns´n´Roses. Oasis finiquitó con su segundo largo el concepto de Indie de perfil bajo, de contención alternativa y de declaraciones neutras. Excesivos como ellos solos, los Gallagher se abandonaron a la pomposidad y a las grandes melodías. Vendieron millones y escribieron Wonderwall, tal vez el himno de los noventa. Morning Glory es un disco sin mucha personalidad pero con muchas canciones, tal vez todas. Ni el tiempo, ni las drogas, ni el errático carácter de los mancunianos ha podido socavar el legado de un disco que posee el talento de los mentirosos. Sin ser, en realidad, gran cosa, sigue pareciendo descomunal. Xavi Sancho

Pulp Different class ISLAND, 1995

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Desde el gris industrial de Sheffield, en el norte de Inglaterra, Pulp aguantaron más de una década deambulando por la tercera división hasta que acabó haciéndose la luz. Con el precedente de  His´n´hers , un año antes, anunciando los buenos tiempos, en  Different Class  reunieron una certera colección de himnos. Como  Disco 2000 ,  Common People ,  Mis-shapes  o  Sorted for E´s & wizz , donde la distancia generacional permitió al treintañero Jarvis Cocker revisar con ironía entre hiriente y tierna las ansias juveniles de sentirse único, diferente, especial –aunque en el fondo sólo se tratara de conseguir a la chica y desfasar el fin de semana-, y anunciar el inevitable fracaso de una vida adulta de trabajos que no te gustan y relaciones que se empeñan en complicarse. Félix Suárez

Miles Davis “Bitches Brew” 1970 Columbia

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La mejor manera de cambiar la historia o, mejor, de mantenerte en disposición de cambiarla es evitar que te atrape. Y nadie más escurridizo que Miles Davis (1926-1991), la superestrella del jazz con mayúsculas, el protagonista de sus principales mutaciones, el único que supo transformar su carrera en la metonimia de un género al que nunca se adscribió. Perfilando el estilo cool de  la Costa  Oeste  que Gil Evans diseñó para “ Birth of the cool ” (1957), reescribiendo el ideario modal acuñado por George Orwell el maestro “ Kind of blue ” (1959) y siempre progresando gracias al impulso de sus colaboradores, capitalizó evolución de un sonido que entre finales de los cuarenta y principios de los noventa se convirtió en un espectáculo. Su espectáculo. Porque a sus enormes dimensiones compositiva e interpretativa hay que añadir su extraordinario talento para subvertir las expectativas de sus más fervientes admiradores y sus más furibundos detractores. Y cuando ni unos...

The Rolling Stones “Exile on main street” 1972 Rolling Stones

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En 1972 The Rolling Stones llevaban diez años viviendo el rock´n´roll a jornada completa. Ya lo habían hablado todo, ya lo habian descubierto todo y tenían el mundo a sus pies. La música era un juego sin secretos y sólo tenían que ponerse unos dias a la faena para sacarse otro disco de la manga. Ya habían entregado   “ Aftermath ” (1966), “ Between the buttons ” (1967), “ Their Satanic Majesties Request ” (1967), “ Beggars banquet ” (1968) y “ Let it bleed ” (1969), entre otros. Y su último golpe había sido “ Sticky fingers ” (1971). Estaban en racha. Mejor dicho, en vena. En 1972 los Stones eran un grupo en plenitud creativa y con absoluta libertad de movimientos. Dueños de su destino gracias a la creación de Rolling Stones Records, sólo tenían un problema: su país. Acosados por la justicia, que quería cobrarse en impuestos toda la inmundicia moral que estaban sembrando sus canciones, hicieron las maletas y se fugaron al sur de Francia. Por aquel entonces, su caudalosa...

John Coltrane “A Love Supreme” 1965 Impulse!

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Si el jazz llegó a considerarse un medio de expresión espiritual, eso se lo debe a  “A Love Supreme” , un disco que desempeña un papel protagonista en la historia, no sólo del jazz o de la música negra, sino de toda la música del siglo XX. Además, marcó el comienzo de la etapa más intrigante del saxofonista, del John Coltrane violento, sellado especialmente en  “Ascension”  (1965). Un Coltrane maniatado por una urgencia vital de alcanzar un estado que sólo él sentía y que su muerte en  1967, a  los 40 años, nos hizo ignorar al resto. La historia de “A Love Supreme” se remonta a 1957. En ese año, y tras ser expulsado temporalmente del quinteto de Miles Davis (fue sustituido por Sonny Rollins) por abusar de la heroína, sufre una profunda depresión que le lleva a recluirse en su casa paterna de Filadelfia con la intención de abandonar las drogas. Pero aquella experiencia le supuso algo más, lo que él definía como “un despertar espiritual”. Desde entonces...

The Jimi Hendrix Experience “Electric Ladyland” 1968 Track

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“ Electric Ladyland ” es el tercer y último disco oficial de Jimi Hendrix Experience; en 1969 se editó “ Smash Hits ”, pero se trataba de una recopilación de los singles del grupo. Es también el último trabajo en estudio que Jimi Hendrix vio publicado; había ultimado “ The Cry of Love ” (1971), pero éste apareció a los seis meses de su muerte, acaecida el 18 de septiembre de 1970, un mes y diez días después de su tortuosa actuación en el festival de la isla de Wight. “Electric Ladyland” supuso, igualmente, el fin de  la Experience , compuesta por Mitch Mitchell (batería) y Noel Redding (bajo); poco después formaría un grupo eventual con Buddy Miles (batería) y Billy Cox (bajo), Band of Gypsys, y de la fusión de ambas bandas surgiría el último trío con el que Hendrix trabajó, con Mitchell y Cox. Este disco doble, experimental, psicodélico, entre el blues lisérgico y el rock conceptual, supone, finalmente, la madurez de un músico que no quería pasar a la historia sólo como un gui...