Jerry Wexler, que trató de ficharlo para Atlantic, dijo de Sam Cooke (1931-1964) que era, “sin discusión , el mejor cantante que haya existido nunca”. Y sin escucharle en plenitud de facultades en este directo grabado el 12 de enero de 1963, apenas dos años antes de su temprana muerte (falleció asesinado por el conserje de un motel de Hollywood en diciembre del 64, a los 33 años), no queda más remedio que darle la razón. James W. Alexander, amigo y socio del cantante, llegó a afirmar que, cuando se encontraba a gusto en el escenario, Cooke era capaz de “llevar a las mujeres hasta un estado de auténtico frenesí, casi como si se tratara de un acto sexual, excitándolas hasta que alcanzaban el orgasmo”. La noche en se grabó “ Live at the Harlem Square Club, 1963 ” , que originalmente debía haberse llamado “One Night Stand” y haber sido otro disco oficial del cantante, fue una de esas noches memorables en que la tensión sexual entre el escenario y la pista de baile podía palparse en el amb...